martes, 16 de septiembre de 2008

Reflexiones sobre "Aprendizaje y Competencias"

Se menciona que el aprendizaje se lleva a cabo en el momento en que el alumno tiene que incorporar a su vida conocimientos provenientes del exterior que antes no conocía ni al cuál tenían acceso.[1]

Los autores dudan de que sea el amaestro el que medie el aprendizaje ya que argumenta que en este proceso no se considera la transformación del individuo, pues argumentan que no es sólo una acumulación de datos nada más la que se leva a cabo.[2]


Según los autores rechazan la idea de la imposibilidad de aprendizaje no-significativo aunque este se hubiera realizado memorísticamente. Porque el individuo es el propio sujeto quien le da el valor de significativo a partir de sus experiencias y necesidades de vida.[3]


En realidad el autor aclara que para poder articular estos cuatro nociones que problematiza debe llevarse a cabo un profundo análisis y reflexión para ver la manera en que se puedan integrar, citando el ejemplo del Boing 747 Mas bien creo que por eso se habla de la importancia de la pertinencia, es en virtud de esta que se podrá sacar provecho de las competencias.[4]

El autor, pese a toda la controversia, acepta que el discurso verbal tiene su propia fuerza y valores cognitivos. Además asegura que el lenguaje es tan importante que incluso está al servicio del desarrollo de las competencias.[5]

En la construcción del conocimiento implica una construcción de la realidad, es decir, otra forma de apropiarse del mundo, así como otra forma de permanecer en él.[6]




[1] “el aprendizaje significa fundamentalmente que el estudiante incorpora a su acervo personal unos nuevos contenidos”, p. 5. De Vargas Beal, Xavier El aprendizaje y el desarrollo de las competencias (Disponible en: http://www.arquepisteme.iteso.mx/reportesobrelascompetencias.doc


[2] “Al aprender, el ser humano se transforma,… Creemos que, al aprender, el ser humanos está optando por una forma concreta de apropiación de la realidad, del mundo… si es el alumno quién aprende y lo que aprende lo construye él mismo, ¿por qué hablar de mediación?”, p. 6. Ídem.

[3] “…la psicología humanista-existencial dice que el ser humano aprende significativamente sólo aquello que percibe como necesario para la sobrevivencia o el desarrollo del sí mismo, pero hay otras corrientes teóricas propias del constructivismo que conciben el aprendizaje donde los contenidos nuevos pueden ser asimilados a los viejos, dentro, siempre, de la estructura cognitiva del sujeto… creemos que ambas tienen como eje de su reflexión al sujeto y sus estructuras afectivo-cognitivas desde las cuales entiende y resuelve la realidad.”, p. 6. Ídem.

[4] “…entendiendo por situación de aprendizaje el ubicar los procesos mismos de enseñanza-aprendizaje de unos ciertos contenido de aquellas realidades que permiten la acción y a través de las cuales se pretende desarrollar unas determinadas competencias.”, p. 7. Ídem.

[5] “el discurso verbal tiene su propia fuerza y valores cognitivos, y no deber ser por tanto relegado a un segundo plano como algo indeseable. El lenguaje puede estar, y de hecho está de manera muy importante, al servicio del desarrollo de las competencias.”, p. 22. Ídem.

[6] “…al mismo tiempo optando por una apropiación del mundo de una determinada manera. La construcción del conocimiento, aún en sus aspectos más insignificantes, implica una construcción de la realidad, y en este sentido, del mundo y del modo de estar en él.”, p. 24. Ídem.

Un nuevo concepto de profesor

Mi nueva etapa como profesor a partir de las competencias docentesTras empaparme de lo que significa la enseñanza por competencias, me di cuenta del papel que juega el docente en el aula, ya que más que un transmisor de conocimientos debe ser un facilitador para que ocurra el aprendizaje. En esta postura el docente debe tomar en cuenta siempre al tipo de alumno para la planeación de sus clases. Un punto que me parece clave en esta nueva propuesta educativa es la que rompe con el paradigma del profesor que todo lo sabe y puede ser un dictador en su clase si así lo desea. Con los nuevos cambios, por un lado, debe tener la habilidad de crear ambientes de aprendizaje que le sean verdaderamente útiles al alumno y al país; por el otro, me di cuenta de que es también el docente el que debe motivar la relación maestro-alumno para que el aprendizaje sea integral y al mismo tiempo favorezca al alumno. Así mismo, será importante que conozca y entienda al alumno adolescente para incrementar o fomentar su autoestima, según sea el caso.Otro punto muy interesante fue la creación de una WEbQuest desarrollamos con un tema específico de nuestro contenido del programa para que los alumnos se ayudaran entre sí y pudieran tanto aprender a navegar en la red como aprender mejor lo estudiado en clase. Lo verdaderamente importante como docente fue descubrir esta herramienta, pues no tenía idea de cómo funcionaba. Todo esto me lleva a reflexionar que con el estudio de estas competencias puedo ver la labor docente que he llevado durante años. Ahora me puedo dar cuenta de que quizá en muchas ocasiones he sido un muy rígido. Que he podido usar más mi creatividad junto con los recursos escolares y no lo he hecho. También reconozco que casi siempre atendí a mis necesidades en lugar de prestar mayor atención a la pertinencia del grupo y del país. Ahora sé que con la intervención de las megatendencias será más fácil llevar la clase acabo puesto que habrá una amplia planeación detrás de la misma. Estableceré dinámicas en la que los alumnos se integren con mayor facilidad conmigo así como al trabajo en el aula, atendiendo siempre a la buena cortesía entre todos. Al mismo tiempo aprovecharé todos los recursos del siglo XXI con que cuenta la escuela y los alumnos para reforzar el trabajo de lo prendido y fomentar la investigación independiente.
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Mi aventura de ser docente

“Nuestra aventura de ser maestros”Mi inicio en la práctica docente se debió a azares del destino. Había estudiado inglés desde muy joven y cuando empecé a buscar trabajo por primera vez, anduve en algunos que particularmente ni me motivaron ni me enriquecieron en algo. Cuando decidí tomar un “Diplomado de Inglés” para ser profesor me llamó mucho la atención la idea de transmitir mis conocimientos a otros acerca de una misma inquietud. Cuando empecé a dar mis primeras clases me pareció muy agradable dar mi conocimiento a otros justo como yo lo había recibido. En verdad fue muy gratificante por eso decidí quedarme aquí, en la enseñanza. Ser profesor repercute en algunas cosas, como ser bien aceptado y reconocido por la comunidad en general. (Es cierto que no nos hacemos millonarios, aún así sigue teniendo su prestigio). Y me sigue agradando. Por cierto, para entonces tenía 20 años y no contaba más que con el bachillerato.Me inicié en una escuela donde se enseñaban cuatro lenguas diferentes, yo impartía inglés nada más. Todavía no me pasaba por la mente que un alumno aprendía no sólo del conocimiento sino además de la actitud y disposición del maestro. Trabajé durante un año completo enseñando a niños, adultos y a adolescentes. Con lo que me di cuenta de que yo también había aprendido un poco más de lo que ya sabía y también que había logrado comprender cosas que anteriormente no había entendido bien. Posteriormente tuve la oportunidad de ingresar a un bachillerato de INBA donde acabo de cumplir 18 años. Un poco después entré a la universidad donde cursé la carrera de Letras Inglesas. Siete años después, tras el término de mis estudios universitarios me dieron la oportunidad de impartir la materia de Literatura Universal en esa misma escuela. Tuve que acostumbrarme a hacer las cosas de otra manera pues se persiguen diferentes objetivos en inglés y en la literatura. No fue fácil aceptar la oportunidad que se me presentaba, pues debía armar estrategias diferentes para “cautivar” a mis alumnos, para que se interesaran por la literatura, que les gustara y que fomentara en ellos el hábito de la lectura. Me costó trabajo en un principio, pero lo logré finalmente. Un año después de iniciar la universidad entré al colegio de Bachilleres. Un semestre más tarde, me pedía que hacer otro diplomado de inglés, esta vez uno que cumpliera con el perfil del colegio. Me llevó ocho mese concluir otro. Además los alumnos son completamente en ambas instituciones: el nivel social, económico, intelectual, por consecuencia de intereses. También me quedó claro que la universidad no forma profesores, sino investigadores; por lo que es un error pensar que tener una licenciatura nos prepara para enseñar. Lo único que tenemos es conocimiento, pero no didáctica para la enseñanza.Ahora bien, en la Educación Media Superior es todo un reto porque los alumnos son adolescentes y traen muchos conflictos en la cabeza: desde su sexualidad, hasta la existencia de Dios o no. En los primeros semestres, pese a su rebeldía, la mayoría demuestran sus sentimientos y emociones dentro y fuera del salón (y uno tiene que estar preparado para eso), por lo que además la disciplina deber ser un factor importante de manipular, como menciona. Esteve. Por eso creo que un buen profesor es aquel que está bien capacitado para la enseñanza. Se ha preocupado por transmitir su conocimiento de una o de muchas maneras valiéndose de diferentes herramientas metodológicas considerando diferentes tipos de alumnos. Siempre estudiando previo a nuestras clases y actualizándonos lo más posible en nuestra materia y la didáctica pertinente. Por aquello de que “entre más sé, menos sé”. Así mismo es sumamente gratificante aprender de quien menos uno se lo espera. Hay chicos cuya sabiduría y manera de interpretar, a su corta edad, nos dejan boquiabiertos. La satisfacción que obtengo es ver que son chicos que han transformado su manera de pensar y de ver las cosas. Aunque manejo diferentes métodos de enseñanza en mis materias, el último diplomado que tome de inglés en The Anglo, apenas hace un año, me llenó de nuevas ideas, no sólo para trabajar en la materia inglés sino en la de literatura y creo sin duda que en cualquiera otra área del conocimiento. Ya desde hace algún tiempo me había percatado de que lo que un alumno entiende fácilmente, otro no tanto. Por ello hay que saber abordar un tema desde diferentes ángulos. Muchas veces pienso que soy el que explica mejor las cosas. Sin embargo, los alumnos se encargan de hacerme ver rápidamente que no es así.Me desagrada saber que, en ocasiones, siento que debí haber hecho mejor las cosas, pues no todos los alumnos aprovecharon el conocimiento transmitido, ya sea por mi actitud en clase o por la metodología que empleé; es decir, hay cosas tan sencillas y tan básicas que cuando alguien no las sabe manejar, me desconcierta terriblemente porque sabemos --los maestros-- que a veces no hay tiempo para volver atrás y repetir las cosas o prestarle atención especial a casos particulares. Es verdad que todos tenemos un propio ritmo para interpretar la información. Nos han educado de manera distinta. Tenemos diferentes niveles sociales. Tenemos vivencias diferentes y a todos nos “cae el veinte” en diferentes momentos y de diferentes formas. Hay que saber ser pacientes, sobretodo con uno mismo. Entender esto, nos lleva a entender mejor a los alumnos.Es así que, a través de todos estos, he aprendido, sobre todo después del último curso que tomé, que uno como profesor es el que debe adaptarse al grupo, lo que permite ser flexible para todo, cubriendo sus necesidades; y no al revés, que el grupo se adapte a mi viéndome autoritario y hasta anacrónico. Justamente por lo que comenté arriba. A cada escuela que uno entra se enfrenta con una mentalidad generalizada diferente a otra. Incluso de grupo a grupo cambia todo. Hasta el horario de la clase y día influyen decisivamente. Es ahí, creo, donde radica la estrategia para impartir la clase. Analizar al grupo con cuidado para ver cuales estrategias metodológicas serían las más acertadas para desarrollar la clase.Una de las partes que más llamó mi atención acerca de la lectura de Freire, fue la que toca el problema de no entender un texto. La mayoría de las veces el alumno le echará la culpa al autor; no obstante, es menester del educando valerse de cuanto esté a su alcance para poder entender, a toda costa, el texto. Lo cual lo enriquecerá sobre todo a ella /él mismo. Otra que me pareció muy interesante fue la de hacer o motivar un aprendizaje tanto memorable como significativo. Ya que enseñaremos usando mecanismos que el alumno entienda y relacione para que lo entienda más fácilmente y al mismo tiempo logre recordarlo e integrarlo a su vida. De lo contrario, como menciona Esteve, la clase puede volverse horriblemente tediosa y aburrida, esperando únicamente que se llegue el final de la misma. Con el consiguiente terror del maestro. En realidad, no existe duda de que el maestro sabe. Lo que no sabe es cómo transmitirlo.También debe uno tener presente que ni los chicos ni nosotros manejamos un mismo código de comunicación. Lleva su tiempo poder decodificar los mensajes. Cuando se logra este objetivo, nuestros saberes se modificarán y nos reconstruimos tanto que inclusive llegaremos a tener una nueva identidad. Por último, me gustaría comentar la sugerencia de Freire en cuanto a hacer o motivar en nuestros alumnos el hábito de la escritura. Me parece muy atinada su visión, dado que al escribir ponemos en acción otra manera de registrar e interpretar la información o el mundo, que impulsa un proceso en el cual surge muy fuertemente nuestro ingenio y capacidad de reflexión.Ahora que he incluido mis reflexiones, tomando en cuenta la teoría de Freire y la muy amena de Esteve, me doy cuenta de que ser profesor implica más que tener estudios específicos sobre una rama del estudio. Llega as ser más importante cómo se abordará un tema, que el tema mismo. Esa es precisamente la aventura, la de estar preparado ante “cualquier eventualidad” que provenga de los alumnos. Mostrando siempre seguridad de lo que sabemos. Porque pese al transcurrir de los año los alumnos siempre tienen la misma edad, pero traen diferentes ideas. Distintas maneras de ver el mundo y uno tiene que aprender a ver su mundo. De lo contrario estamos desfasados. Tenemos que romper constantemente nuestros paradigmas. Verbigracia, No podemos seguir achapados a la antigua y decir “que suave” (como en los 70s) o “que padre” (como en los 80s). Decir “que chido” es chido en sí mismo porque hablamos el mismo idioma de nuestros jóvenes. Estamos actualizados junto con ellos.
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Mi confrontación con la docencia

"Mi confrontación con la docencia"Mi inicio en la práctica docente se debió a azares del destino. Había estudiado inglés desde muy joven y cuando empecé a buscar trabajo por primera vez, anduve en algunos que particularmente ni me motivaron ni me enriquecieron en algo. Cuando decidí tomar un “Diplomado de Inglés” para ser profesor me llamó mucho la atención la idea de transmitir mis conocimientos a otros acerca de una misma inquietud. Cuando empecé a dar mis primeras clases me pareció muy agradable dar mi conocimiento a otros justo como yo lo había recibido. En verdad fue muy gratificante por eso decidí quedarme aquí, en la enseñanza. Ser profesor repercute en algunas cosas, como ser bien aceptado y reconocido por la comunidad en general. (Es cierto que no nos hacemos millonarios, aún así sigue teniendo su prestigio). Y me sigue agradando. Por cierto, para entonces tenía 20 años y no contaba más que con el bachillerato.Me inicié en una escuela donde se enseñaban cuatro lenguas diferentes, yo impartía inglés nada más. Todavía no me pasaba por la mente que un alumno aprendía no sólo del conocimiento sino además de la actitud y disposición del maestro. Trabajé durante un año completo enseñando a niños, adultos y a adolescentes. Con lo que me di cuenta de que yo también había aprendido un poco más de lo que ya sabía y también que había logrado comprender cosas que anteriormente no había entendido bien. Posteriormente tuve la oportunidad de ingresar a un bachillerato de INBA donde acabo de cumplir 18 años. Un poco después entré a la universidad donde cursé la carrera de Letras Inglesas. Siete años después, tras el término de mis estudios universitarios me dieron la oportunidad de impartir la materia de Literatura Universal en esa misma escuela. Tuve que acostumbrarme a hacer las cosas de otra manera pues se persiguen diferentes objetivos en inglés y en la literatura. No fue fácil aceptar la oportunidad que se me presentaba, pues debía armar estrategias diferentes para “cautivar” a mis alumnos, para que se interesaran por la literatura, que les gustara y que fomentara en ellos el hábito de la lectura. Me costó trabajo en un principio, pero lo logré finalmente. Un año después de iniciar la universidad entré al colegio de Bachilleres. Un semestre más tarde, me pedía que hacer otro diplomado de inglés, esta vez uno que cumpliera con el perfil del colegio. Me llevó ocho mese concluir otro. Además los alumnos son completamente en ambas instituciones: el nivel social, económico, intelectual, por consecuencia de intereses. También me quedó claro que la universidad no forma profesores, sino investigadores; por lo que es un error pensar que tener una licenciatura nos prepara para enseñar. Lo único que tenemos es conocimiento, pero no didáctica para la enseñanza.Ahora bien, en la Educación Media Superior es todo un reto porque los alumnos son adolescentes y traen muchos conflictos en la cabeza: desde su sexualidad, hasta la existencia de Dios o no. En los primeros semestres, pese a su rebeldía, la mayoría demuestran sus sentimientos y emociones dentro y fuera del salón (y uno tiene que estar preparado para eso). Por eso creo que un buen profesor es aquel que está bien capacitado para la enseñanza. Se ha preocupado por transmitir su conocimiento de una o de muchas maneras valiéndose de diferentes herramientas metodológicas considerando diferentes tipos de alumnos. Siempre estudiando previo a nuestras clases y actualizándonos lo más posible en nuestra materia y la didáctica pertinente. Por aquello de que “entre más sé, menos sé”. Así mismo es sumamente gratificante aprender de quien menos uno se lo espera. Hay chicos cuya sabiduría y manera de interpretar, a su corta edad, nos dejan boquiabiertos. La satisfacción que obtengo es ver que son chicos que han transformado su manera de pensar y de ver las cosas. Aunque manejo diferentes métodos de enseñanza en mis materias, el último diplomado que tome de inglés en The Anglo, apenas hace un año, me llenó de nuevas ideas, no sólo para trabajar en la materia inglés sino en la de literatura y creo sin duda que en cualquiera otra área del conocimiento. Ya desde hace algún tiempo me había percatado de que lo que un alumno entiende fácilmente, otro no tanto. Por ello hay que saber abordar un tema desde diferentes ángulos. Muchas veces pienso que soy el que explica mejor las cosas. Sin embargo, los alumnos se encargan de hacerme ver rápidamente que no es así.Me desagrada saber que, en ocasiones, siento que debí haber hecho mejor las cosas, pues no todos los alumnos aprovecharon el conocimiento transmitido, ya sea por mi actitud en clase o por la metodología que empleé; es decir, hay cosas tan sencillas y tan básicas que cuando alguien no las sabe manejar, me desconcierta terriblemente porque sabemos --los maestros-- que a veces no hay tiempo para volver atrás y repetir las cosas o prestarle atención especial a casos particulares. Es verdad que todos tenemos un propio ritmo para interpretar la información. Nos han educado de manera distinta. Tenemos diferentes niveles sociales. Tenemos vivencias diferentes y a todos nos “cae el veinte” en diferentes momentos y de diferentes formas. Hay que saber ser pacientes, sobretodo con uno mismo. Entender esto, nos lleva a entender mejor a los alumnos.Es así que, a través de todos estos, he aprendido, sobre todo después del último curso que tomé, que uno como profesor es el que debe adaptarse al grupo, lo que permite ser flexible para todo, cubriendo sus necesidades; y no al revés, que el grupo se adapte a mi viéndome autoritario y hasta anacrónico. Justamente por lo que comenté arriba. A cada escuela que uno entra se enfrenta con una mentalidad generalizada diferente a otra. Incluso de grupo a grupo cambia todo. Hasta el horario de la clase y día influyen decisivamente. Es ahí, creo, donde radica la estrategia para impartir la clase. Analizar al grupo con cuidado para ver cuales estrategias metodológicas serían las más acertadas para desarrollar la clase.Una de las partes que más llamó mi atención acerca de la lectura de Freire, fue la que toca el problema de no entender un texto. La mayoría de las veces el alumno le echará la culpa al autor; no obstante, es menester del educando valerse de cuanto esté a su alcance para poder entender, a toda costa, el texto. Lo cual lo enriquecerá sobre todo a ella /él mismo. Otra que me pareció muy interesante fue la de hacer o motivar un aprendizaje tanto memorable como significativo. Ya que enseñaremos usando mecanismos que el alumno entienda y relacione para que lo entienda más fácilmente y al mismo tiempo logre recordarlo e integrarlo a su vida. También debe uno tener presente que ni los chicos ni nosotros manejamos un mismo código de comunicación. Lleva su tiempo poder decodificar los mensajes. Cuando se logra este objetivo, nuestros saberes se modificarán y nos reconstruimos tanto que inclusive llegaremos a tener una nueva identidad. Por último, me gustaría comentar la sugerencia de Freire en cuanto a hacer o motivar en nuestros alumnos el hábito de la escritura. Me parece muy atinada su visión, dado que al escribir ponemos en acción otra manera de registrar e interpretar la información o el mundo, que impulsa un proceso en el cual surge muy fuertemente nuestro ingenio y capacidad de reflexión.Ahora que he incluido mis reflexiones, tomando en cuenta la teoría de Freire, me doy cuenta de que ser profesor implica más que tener estudios específicos sobre una rama del estudio. Llega as ser más importante cómo se abordará un tema, que el tema mismo. Como lo que usamos al leer un texto literario: lo importante no es el qué sino el cómo se dicen las cosas.
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Artículo sobre Simple Past

Competencias docentesPautas para elaborar un artículoSimple Pastprofr. Salomón Arce Flores14 de Agosto de 2008Para iniciar el uso del tiempo pretérito en inglés, debe estudiarse, primeramente la forma afirmativa de verbos regulares como irregulares, es decir, los que cambian su forma o los que añaden simplemente “d” o “ed” al final de los mismos, así como el uso peculiar del verbo To be (was / were). El estudio también se llevará a cabo en oraciones afirmativas para que quede claro el orden las oraciones afirmativas en pasado en inglés.En la construcción de las oraciónes negativa e interrogativa debe ponerse especial atención dado el uso del auxiliar Did para todos aquellos verbos que no se relaciones con To Be. Por tanto se considerarse el estudio por separado del auxiliar Did y de was / were.En lengua inglesa las interrogaciones con verbos que no sean To be se debe usar el auxiliar Did en todas las personas gramaticales; todas las correspondientes a To Be requieren el uso de was para las personas I, He, She e It, para el resto: you, we, you, they se requiere were. Con este tiempo se narran o describen los hechos en pasado como una rutina, un hábito, un recuento o un diálogo.1. Introducción. Visión global de la didáctica de Simple Past y de la oferta de recursos didácticos accesibles a través de Internet2. Desarrollo: Simple PastQué enseñamos: Uso de Simple Past.en qué contexto: En biografíasUna propuesta didáctica que nos gustaría trabajar con los estudiantes:1) en qué consiste: En una sopa de letras identificar los diferentes verbos en pasado2) por qué: Porque será la introducción de los verbos que estarán en la biografía que se estudiará3) para qué. Para que sea más fácil la comprensión tanto del texto como de la intención del uso del pasado.4) cómo: Primero se repasará el pasado de los verbos regulares e irregulares; posteriormente, se les pedirá que en la sopa de letras identifiquen el pasado de los verbos específicos de la biografía; después, vemos la biografía y su estructura; desde el nacimiento del personaje hasta su muerte.Qué nos aporta esa propuesta: Un repaso de los verbos específicos en una biografía que les haga ver las estructura en pasado.3. Cierre: Responder un falso verdadero para verificar la comprensión del texto.4. Conclusión: Buscar otras biografías en la red, en páginas específicas, de las que tengan que sacar un ejercicio, por ejemplo, responder a un cuestionario. Página Web en la que se repasé el uso del pasado.1) http://osmosisenglish.blogspot.com/CanciónEs una canción cuya estructura gramatical se basa principalmente en el uso de verbos en pasado2) http://www.mansioningles.com/gram40.htmPágina con conjugación detallada de los verbos en pasadoEs una página que permite ver el uso del pretérito en ingles y su correspondiente conjugación en pasado.3)http://www.infoplease.com/biography/e-bios.htmlBiografía sobre Elvis PresleyEs un personaje mundialmente conocido por tanto es interesante leer sobre él. Desarrollará Reading comprehension4) http://miayudante.upn.mx/juegos/crucigramaElaborar un crucigrama con los verbos que se estudiarán en la siguiente lecciónPara que el alumno tenga un antecedente de lo que vera en el siguiente ejercicio, puede desarrolarse para Listening or Writing Skills5) http://www.englishpage.com/verbpage/simplepast.htmlElaboración de escritos que narren un hábito en el pasadoEs necesario que escriba y consoliden lo antes aprendido. Habían estudiado 3º persona, ahora será en 1ª.6) http://www.ego4u.com/en/cram-up/grammar/simple-pastCómo responder a un ejercicio “ Yes” o “No” en un cuestionario.Con lo antes estudiado, se darán cuenta de la manera en que se pregunta en pasado, contestando “Yes” or “No”Respuesta a la pregunta secundaria:Se requiere biografías de personas que hayan fallecido para que se comprenda de forma mejor el uso del pasado (Simple Past) en inglésFuente: http://www.eduteka.org/CMI.php
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miércoles 6 de agosto de 2008